Aguirre criminaliza a los profesores

Una sociedad que no cuida a sus maestros no tiene futuro. Si los ataques a los enseñantes vienen del poder son el preludio de una catástrofe social.


Una de las señas de identidad del pensamiento autoritario es la criminalización de la disidencia. Esperanza Aguirre no soporta ni las críticas ni las protestas. Goza de un blindaje de medios de comunicación que dependen de sus favores publicitarios y de sus ayudas. Tiene enfrente a un Partido Socialista Madrileño que es una caricatura de oposición. Y ella domina un desparpajo y una desvergüenza que le permite eludir el control político y mediático.

Ella no recorta, aplica la ley: la calidad de la enseñanza en deriva hacia el vacío, la confrontación con los sindicatos y el populismo más rancio hacia una sociedad aterrorizada, hacen el resto.

Si ayer los manifestantes eran “liberados” sindicales –denominación que está acuñando como sinónimo de vendidos, vagos y conspiradores- hoy los profesores son indignados y agresores de pacíficos peregrinos. O con Esperanza Aguirre o en el infierno como síntesis de un pensamiento autoritario.

La demonización de la protesta lleva a la confrontación social; el descrédito de las manifestaciones laborales es la antesala de una retroceso en la institucionalización del país.

Los profesores son por definición el eslabón de una sociedad con un futuro de prosperidad. De los enseñantes depende el futuro de los hijos que ejercerán la conducción de la política, la sociedad y la economía. Una sociedad sin maestros respetados está abocada a la barbarie. Una sociedad sin sindicatos respetados está condenada a la explotación laboral. Si los sindicatos tienen defectos, hay que transformarlos. Si los partidos están desacreditados, hay que redundarlos.

Si no se cuida a los profesores, los paganos serán los ciudadanos y el desarrollo cívico y cultural.

Convendría que la señora Aguirre al menos ojeara el magnífico libro de George Steiner “Lecciones de los maestros” (Editorial Siruela) para que recibiera un barniz intelectual del significado de los maestros en la historia de la humanidad.

Si los sindicalistas son liberados; si los maestros son demonios del 15-M; si los sindicatos no pueden organizar como desean sus asambleas, estamos al borde de un retroceso democrático y ante el preludio de lo que será una España gobernada por el PP de Esperanza Aguirre con un socialismo es bancarrota y entregado a los mercados.

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